Liberados de la cárcel espiritual
Que la paz de nuestro Dios siga reinando y gobernando vuestros corazones.
Muchos de vosotros ya nos sabemos la historia de Pablo y Silas. Es una enseñanza simple pero muy profunda. En el libro de los Hechos, capítulo 16, versículos 16 y 17, nos describe una muchacha que tenía espíritu de adivinación. Por muchos días ella decía, “estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.” Esto de inmediato nos enseña que los espíritus inmundos reconocen quienes son los verdaderos hijos de Dios. Este espíritu en particular, conocido por tener boca de mentira, estaba diciendo una gran verdad. Aun así, Pablo reprendió el espíritu en ella, y el espíritu salió en aquella misma hora.
Por esta causa, Pablo y Silas fueron azotados por los magistrados de tal manera que fueron echados a la cárcel. De acuerdo al versículo 24, el carcelero “los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.” Imagínense estar en una cárcel donde no hay luz ni agua, en un cuarto subterráneo y tenebroso, pequeño y oscuro. No solo se encontraban en ese lugar, pero también con los pies en un cepo, y con un carcelero custodiando la cárcel. Ellos se encontraban atrapados y atados en todos los sentidos.
Hay muchos cristianos a nivel mundial que están viviendo en una cárcel espiritual. En este caso, es muy obvio que Pablo y Silas fueron echados en el calabozo inocentemente, por reprender al espíritu de adivinación y por predicar la palabra de Dios. En el versículo 25, la palabra describe que a la medianoche, “orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.” La medianoche simboliza el fin de tus problemas y el nuevo comienzo en tu vida en Cristo. Amado hermano, no importa tu situación, ni lo que estés pasando en tu vida, solamente hay que alabar y glorificar a Dios en las buenas y en las malas. Sigue diciendo en el versículo 26, “sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.” Lo más hermoso de esto es lo siguiente: Los otros presos no hacían nada, solamente oían los himnos que cantaban Pablo y Silas, y ellos también fueron liberados por la misericordia de Dios. Cuando tú glorificas a Dios con todo tu corazón, tú y tu familia pueden ser liberados con solamente oír las alabanzas que salen de tu boca. El error más grande que cometieron los magistrados fue atar todo, menos la boca de Pablo y Silas. Hay poder en las alabanzas y las oraciones que salen de tu boca.
Rápidamente vallamos al libro de los Hechos, capítulo 12, y versículos 6 al 8. La palabra describe que Pedro se encontraba durmiendo mientras estaba en la cárcel, todo lo contrario de Pablo y Silas. Lo más interesante de todo esto es que sabiendo que el rey Herodes había ordenado a matarlo, Pedro no se apresuró a orar o a cantar himnos, sino que se quedó dormido. Es decir, él se acomodó a su problema. De acuerdo al versículo 7 de ese mismo capítulo, fue tanta la misericordia de Dios que mientras Pedro se encontraba preso y dormido, “se presentó un ángel del Señor y una luz resplandeció en la cárcel, y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.” Ahora te hago esta pregunta: ¿Qué es lo que te causa el sueño físico? Puede ser las siguientes razones: enfermedades, desvelos, el cansancio y/o falta de alimentación. Lo mismo es en el aspecto espiritual. Hay momentos que nos quedamos sin fuerzas y pensamos que ya no hay esperanza ni solución a nuestros problemas. Amado hermano, no te acomodes a tu problema, no dejes que los espíritus inmundos te encierren en una cárcel. El libro de Juan, capítulo 10, y versículo 10 dice, “el ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir.” El diablo te quiere tener en una cárcel espiritual por una eternidad. No te quedes dormido, despiértate en el nombre de Jesús, alaba a Dios, y tú y tu casa serán liberados.